En un mundo marcado por la velocidad, la desconexión interior y la presión constante por rendir, muchas personas se sienten perdidas, sin rumbo claro o vacías de sentido. Frente a esta realidad, prácticas como la meditación y el Chi Kung (también conocido como Qi Gong) se revelan como herramientas potentes para reconectar con uno mismo, alinear mente, cuerpo y espíritu, y encontrar el verdadero propósito de vida.
Según explica el formador y maestro de crecimiento personal Pere Frases, reconectar con nuestra historia personal y con lo que hemos venido a hacer en esta vida permite vivir de forma más motivada, alegre y significativa. Cuando nos alineamos con nuestro propósito, las decisiones fluyen con mayor claridad y la vida adquiere coherencia en todos los ámbitos: relaciones, salud, trabajo, economía.
Pero, ¿cómo se accede a ese propósito? Para Frases, la clave está en despertar la conciencia y reconectar con la esencia más profunda de cada uno, utilizando herramientas corporales, energéticas y meditativas.
El Chi Kung es una de las cinco ramas de la medicina tradicional china. Se trata de una práctica milenaria que combina movimientos suaves y lentos con una respiración profunda y consciente, con el objetivo de desbloquear la energía vital (chi), fortalecer la salud y desarrollar la conciencia corporal.
En este enfoque, el cuerpo no se trabaja solo como una máquina que se mueve, sino como un vehículo de conexión espiritual. A través de distintas formas —como la práctica de los cinco animales o los arquetipos del Chi Kung—, la persona entra en contacto con las emociones que necesita transformar y con las energías que representan lo que ha venido a hacer en el mundo.
A diferencia de la idea extendida de que meditar es “dejar la mente en blanco”, Frases propone una meditación activa y dirigida, donde la persona se conecta con su propia esencia, con la vida y con su ego. Esta introspección permite observar patrones mentales, reconocer bloqueos y despertar una mirada más clara sobre el momento vital en el que uno se encuentra.
Algunas de las técnicas utilizadas incluyen la meditación de las siete direcciones, la meditación del árbol y otros ejercicios que combinan visualización, presencia y respiración consciente.
Aunque este tipo de prácticas están abiertas a todo el mundo, Frases destaca que son especialmente útiles para personas que se sienten perdidas, desconectadas o que están atravesando un momento de búsqueda vital. A través de la combinación de cuerpo, mente y energía, los asistentes pueden encontrar respuestas profundas que orienten sus próximos pasos, más allá de lo racional o lo externo.
Además de la dimensión cognitiva y reflexiva, estas sesiones dan mucho peso a la integración corporal, con dinámicas prácticas que ayudan a anclar los aprendizajes y convertirlos en transformación real.
En definitiva, meditar y practicar Chi Kung no es simplemente relajarse: es un camino de reconexión profunda con uno mismo, que permite tomar las riendas de la propia vida y caminar hacia el propósito personal con más claridad, energía y sentido.