¿Qué harán en el taller?
Es una experiencia en la que combinaremos una rutina cosmética con el yoga facial. Nuestro objetivo es que las mujeres (que representan el mayor porcentaje de participantes) encuentren un momento para cuidarse. Lo habitual es que, a través de esta experiencia, creen ese momento. Es fácil adaptar el yoga facial a una rutina diaria.
¿Qué es el yoga facial?
Está inspirado en técnicas orientales y trabajamos el masaje, el drenaje linfático y otras técnicas. Considero que el yoga facial es un complemento ideal para la rutina de cuidado cosmético. Se puede realizar de forma rápida, natural y con tus propias manos.
¿Qué resultados se consiguen?
Mejora la firmeza y elasticidad de la piel. Además, ayuda a definir el óvalo facial y los pómulos. También se puede trabajar en problemas como los párpados caídos, la papada y la frente. El resultado es una estructura facial más estable y tonificada.
¿A quién va dirigido?
A mujeres a las que les gusta cuidarse de una forma natural y diferente, y que buscan un complemento para su rutina cosmética. No es necesario tener conocimientos previos, ya que estas técnicas se pueden aprender fácilmente al incorporar estos hábitos de manera constante en el día a día.
¿Con qué idea quieren que se vayan las usuarias?
Queremos que aprendan las técnicas, que son cuatro o cinco pasos fáciles con los que puedan trabajar su rostro. Hay mucho desconocimiento sobre esta rutina, aunque cada vez es más conocida. También queremos que se lleven la idea de que es algo sencillo y que no requiere mucho tiempo.
¿En qué consiste su trabajo?
Realizo formaciones grupales de terapia facial. También ofrezco un programa en el que las mujeres reciben un asesoramiento personalizado: tomamos unas fotos iniciales, valoramos su estilo de vida y, a partir de ahí, proponemos una rutina específica. Además, colaboro con diferentes centros del país para impartir masterclasses grupales.
¿Cómo ha sido su trayectoria?
Al principio fue difícil debido al desconocimiento de la gente. En cuanto al marketing, parece que no existen alternativas a los tratamientos estéticos convencionales, pero esto es falso. El yoga facial es una alternativa natural muy válida.
¿Hasta dónde le gustaría llegar?
Me gustaría dedicarme al cien por cien al mundo de la terapia facial, que es lo que más me apasiona. Así que, paso a paso y con buena letra.
@diariandorra