Una mente inquieta suele asociarse con la hiperactividad o con situaciones de estrés y ansiedad que pueden aparecer en distintos momentos de la vida. Sin embargo, según los fundadores del grupo «Mentes Inquietas» –Eduardo Mateu, Marcia de Sá Lima y Helena Vila–, una mente inquieta es aquella que se caracteriza por su curiosidad, introspección y búsqueda de nuevas perspectivas. Es una persona que reflexiona sobre su vida y se pregunta el porqué de lo que siente, siendo consciente de los beneficios que aporta este autoconocimiento.
«Mentes Inquietas» nace como un espacio para compartir ideas, experiencias y reflexiones que ayuden al crecimiento personal y colectivo. Se centra en promover una vida más consciente, basada en el momento presente y en la búsqueda de pausas necesarias en una sociedad marcada por un ritmo de vida acelerado. Los expertos señalan que la sociedad actual impulsa a las personas a vivir con prisa, generando ansiedad al pensar que detenerse implica perderse algo importante.
La clave para romper con este ciclo es focalizarse en el presente y disfrutar del momento. Reducir el ritmo y encontrar espacios de pausa no significa ser menos eficiente, sino mejorar nuestra calidad de vida y encontrar una felicidad más auténtica. Como explica Eduardo Mateu, “reducir una o dos marchas en nuestro ritmo de vida puede ayudarnos a vivir más felices, sin ver esto como una pérdida de eficacia”.
Practicar la atención plena en cada tarea ayuda a reducir los niveles de estrés y a estabilizar la mente. Este cambio de hábitos es esencial para quienes desean vivir de manera más tranquila y menos invasiva. Desde «Mentes Inquietas» afirman que cada vez más personas están interesadas en vivir en el «aquí y ahora» y en cambiar su estilo de vida para encontrar un equilibrio entre el trabajo y el descanso.
A pesar de implementar cambios en los hábitos, Mateu subraya que en muchos casos es necesario buscar ayuda profesional. Aprender a gestionar las emociones debería ser una prioridad, ya que nuestro bienestar general depende de ello. Acudir a un profesional puede marcar un antes y un después en la vida de una persona.
Por último, los fundadores de «Mentes Inquietas» advierten que estar anclados en el pasado o preocuparnos constantemente por el futuro genera altos niveles de estrés y dificulta vivir con plenitud. Lo importante no es lo que sucede, sino cómo vivimos lo que nos sucede. La desconexión del presente, provocada por el ritmo frenético de vida, impide disfrutar de los momentos reales y necesarios para el bienestar.
Centrarse en el presente, encontrar momentos de pausa y mejorar los hábitos cotidianos se convierten en herramientas esenciales para reducir el estrés, aumentar la felicidad y vivir de manera más consciente.